En el espacio de Difusión Cultural Latinoamericana, los directores de los grupos ASU – Cultura de danza tradicional de las sedes de Cuenca, Quito y Guayaquil, compartieron sus experiencias sobre este arte y su contribución a la formación de valores artísticos, éticos y humanos entre los estudiantes que la practican.

 
El webinar: "La danza tradicional en el desarrollo integral del estudiante universitario", se transmitió por la página de Facebook de Cultura. Los expositores fueron Juan Carlos Culquicóndor, director del grupo "Tumipamba, danza tradicional" de la sede Cuenca; Jazmín Rizzo, directora del "Ballet Folklórico Ayawayra" de la sede Guyaquil; Jorge Sánchez, director del grupo "Muyundi, danza tradicional" de la sede Quito. El moderador del espacio fue Bolívar Anchaluisa, gestor cultural independiente.

Culquicóndor destacó que la danza universitaria genera el empoderamiento social, un vínculo de comunicación y de expresión directa con el público. "Los estudiantes adquieren y desarrollan habilidades, destrezas que les permite mejorar su coordinación, creatividad, memoria, atención e interacción social", señaló.

Rizzo, por su parte, resaltó que la danza dota al estudiante de herramientas, conocimientos, estrategias, habilidades y de inteligencias múltiples, además de ayudar a la concentración, organización, creatividad, memoria, y disciplina; mientras que Sánchez mencionó que, a través de la danza tradicional se fortalecen y reafirman una identidad propia. "Se despierta nuestra memoria genética, hay mayor conexión con nuestra tierra, se conoce y se valora las costumbres y tradiciones".

 
Otro aspecto que resaltó fue el desarrollo de las habilidades lingüísticas. "En nuestro caso, usamos el kichwa en las clases de danza, lo que implica que los estudiantes aprenden a pronunciar, entender y usar el idioma. Los estudiantes que optan por la danza tradicional son más plurales, universales, íntegros y éticos", afirmó Sánchez.

Los tres directores consideraron que es importante fomentar la vinculación de los estudiantes con este arte pues la danza popular es considerada como formadora de seres humanos por ser un reflejo de la cultura y de las vivencias de la comunidad con un alto componente relacional.