Con la mediación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana CEE, la presencia de los rectores P. Juan Cárdenas, de la Universidad Politécnica Salesiana; Fernando Ponce de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador PUCE; las Misioneras Lauritas a través de la hermana Digna Erazo y el Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM con Mauricio López; los presidentes de la Confederación de Nacionalidades CONAIE, el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador FEINE y la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras FENOCIN, firmaron con el Gobierno Nacional el “Acta de paz para el diálogo”, acuerdo que puso fin a las movilizaciones que se iniciaron el 13 de junio.

El documento fue firmado por Leonidas Iza, presidente de la CONAIE; Eustaquio Tuala de la FEINE, Gary Espinoza de la FENOCIN; Francisco Jiménez, ministro de Gobierno, en representación del presidente del Ecuador Guillermo Lasso y Monseñor Alfredo Espinoza, vicepresidente de la CEE.

Como parte del acuerdo se determinó la instalación de mesas técnicas conformadas por estas instancias que busquen viabilizar demandas sociales y cuya evaluación se realizará en 90 días. “De conformidad con lo que aquí estipulado, se declara el cese de las movilizaciones y el retorno paulatino a los territorios, así como la suspensión de todo acto que pudiera afectar la paz y el orden público”, expresó Monseñor David de la Torre, secretario general de la CEE y quien moderó el evento. La capilla del Seminario Mayor de San José fue el escenario del reinicio del diálogo, tenso por momentos, pero en donde también se habló sobre conciliación y paz con el fin de dar por finalizado el conflicto social que vivió el país durante 18 días.

La UPS, acorde con su autonomía universitaria, así como su misión, visión y valores institucionales abrió sus puertas el 20 de junio a las comunidades indígenas de la sierra y oriente, entre ellas personas de nacionalidades zápara, andúa, huaorani, shuar, achuar, quichuas amazónicos, shiwiar. También llegaron de las comunidades de Tigua, Zumbahua, Saraguro, Colta, Guangaje, Mulaló, Mulalillo, entre otras. Se atendió un promedio de 4500 personas diariamente, en especial a mujeres, niños y adultos mayores; 50 y 60 niños fueron acogidos en la Pastoral Universitaria y se realizaron actividades recreativas, contención emocional y apoyo nutricional. 

Cerca de 200 voluntarios entre estudiantes, docentes y personal administrativo estuvieron en las zonas de cocina, donaciones, atención a niños y reparto de comidas. En el área de atención médica se contó con la colaboración de médicos, paramédicos, enfermeros y estudiantes de medicina de la Cruz Roja Ecuatoriana, la Universidad UTE, el Centro Medical CAZBA, Universidad Central; además de organizaciones e instituciones internacionales, entre ellas UNICEF, la Organización Panamericana de Salud OPS, ONU Mujeres, entre otras.