Biblioteca recibe 1210 libros sobre temas lingüísticos e investigativos

Quito, miércoles 8 mayo 2019
El profesor Fernando Garcés con un ejemplar en la biblioteca de la sede Quito
El profesor Fernando Garcés con un ejemplar en la biblioteca de la sede Quito

 

 

Son más de 18 años de historia, estudios, trabajo, docencia e investigación realizados en Cochabamba – Bolivia que, además de la experiencia profesional y de vida, dan cuenta de los 1210 libros que el profesor Fernando Garcés y su familia han donado a las bibliotecas de La Salesiana sede Quito.

 

Durante su estadía en Bolivia, el catedrático enriqueció su archivo personal con textos vinculados a temas educativos, una parte de ellos debido a que su esposa Soledad es pedagoga y la otra porque estuvieron relacionados a sus estudios de maestría y doctorado. Entre ellos podemos encontrar textos de México, Perú y Bolivia en temas de oralidad, escritura no alfabética, lingüística andina, quechua boliviano, representaciones, antropología andina, filosofía, entre otros; así como una colección de diccionarios y ediciones facsimilares de las primeras gramáticas quechuas y aymaras.

 

Entre los libros donados están textos originales en kichwa del siglo XIX; la primera gramática del Quechua de Fray Domingo de Santo Tomás; el diccionario de quechua de Ánchash de 1901 del sacerdote de Chimborazo, Juan Gualberto Lobato; el diccionario crítico etimológico de Corominas con sus 6 volúmenes para trabajar etimología del español y castellano; textos históricos como las crónicas de Guamán Poma o de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua y obras contemporáneos como antropología y sociología política, textos sobre autonomías indígenas y todo el debate sobre interculturalidad y plurinacionalidad. 

 

El profesor Garcés dice que "de anécdotas y recuerdos se crean los afectos hacia los objetos que nos han acompañado en nuestra vida". Entre ellos se destaca el devocionario kichwa - castellano de Julio Paris de 1892, un ejemplar original que rescató en Riobamba de una pila de libros que una mujer estaba quemando porque le quitaban espacio en su casa. 

 

"El mejor lugar donde pueden estar los libros es en la biblioteca pues van a tener acceso estudiantes, docentes, investigadores e interesados externos. Los libros físicos no les quitan valor a los digitales, pues algunos de los primeros no los encontramos y viceversa; la diferencia está en la cuestión cognitiva y sensorial que nos genera tener un libro en las manos: su olor o textura representan las diversas formas de acercarnos al conocimiento", expresó.

 

Mara Tamayo, coordinadora de la Biblioteca, señaló que se trata de una de las mayores donaciones de libros que ha recibido la sede. "Los libros son de especial interés de lingüistas, antropólogos, profesores y estudiantes de las carreras de Antropología y Educación Intercultural Bilingüe", dijo. Algunos ejemplares se ubicarán en la Biblioteca Abya Yala (bloque A, primer piso) y otros en la Biblioteca Ítalo Gastaldi bloque b, planta baja).